domingo, 25 de noviembre de 2012

Tecnologías de Información y Comunicación aplicadas a la Educación Superior.



Las tecnologías de la información y comunicación (TIC) han adquirido gran relevancia, principalmente a partir del amplio uso de la red Internet, siendo el educativo uno de sus más importantes campos de acción. Las TIC tienen como base la información y han hecho que el usuario pase de tener el papel de receptor pasivo de un mensaje, a tener un papel activo, donde él decide la secuencia de la información y establece el ritmo, calidad, cantidad y profundización de la información que desea. Esto es, realmente, un gran avance que debe ser aprovechado en el hecho instruccional.
Las TIC adquieren enormes implicaciones para todos los estudiantes de todas las disciplinas. Ponen el mundo al alcance de la mano y proporcionan un aprendizaje sin fronteras, sin límites. Además, Internet permite a los estudiantes trabajar en colaboración y de manera interactiva con otros estudiantes en aulas diseminadas por todo el mundo, contribuyendo así, a la integración de experiencias de aprendizaje y proporcionando un clima para descubrir y compartir nuevos conceptos e ideas, al mismo tiempo, que las aulas se convierten en centros de educación internacional.
El proceso de enseñanza-aprendizaje en la educación superior ha sido influenciado con la incorporación de la nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC’s), lo cual ha generado y seguirá generando cambios tanto en la concepción del docente y del estudiante, los ambientes de enseñanza-aprendizaje, y las instituciones que ofertan este nivel educativo.
Los estudiantes que ingresarán a la educación superior este año 2011, son estudiantes que no han conocido el mundo sin www…, es decir, que desde que nacieron ya existía esta herramienta de información y comunicación, y no pueden verlo sino como parte esencial de su vida diaria.   Han pasado casi la cuarta parte de su vida involucrados con la tecnología desde los dvd’s, teléfonos celulares, computadoras portátiles, juegos de video, dispositivos móviles, chat’s, redes sociales, etc.
 Muchas de las carreras universitarias que hoy se ofrecen, hace 10 años no existían;   los diez empleos con mayor demanda en el 2010 para el año 2004 aún no existían.
No cabe ninguna duda de que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación están llamadas a alterar profundamente la docencia universitaria. Pero para que ello suceda, para que los cambios no se queden en una mera alteración del soporte habrá de producirse una auténtica revisión del uso que actualmente se les está dando. Debemos tener en cuenta que hay una diferencia abismal entre tecnologías cerradas (como los CD-ROM) y tecnologías abiertas como la video-conferencia, el correo electrónico e Internet. Así, la incorporación de las TICs a la enseñanza requiere un cierto nivel de competencia técnica, sin considerarlas meros contenedores de información
En definitiva, la incorporación de las nuevas tecnologías debería constituir una nueva oportunidad para transformar la docencia universitaria y optimizar la calidad de los aprendizajes de los alumnos, aunque por sí mismas las TICs no mejorarán la enseñanza
            Las nuevas tecnologías hacen posibles nuevas modalidades de enseñanza aprendizaje. Sobre todo, la enseñanza a distancia o semipresencial. Pero requieren igualmente de nuevas competencias en profesores y alumnos para que dichas fórmulas resulten exitosas.
Finalmente, considero que las nuevas tecnologías permiten acceder a una gran cantidad de información rápidamente en tiempo real, por lo que aparecen herramientas útiles para desarrollar el proceso de enseñanza-aprendizaje, como la comunicación a través de foros, chats, videoconferencia, plataformas educativas, páginas web, bases de datos, aplicaciones, etc.
Esto supone una gran flexibilidad en los tiempos y espacios dedicados al aprendizaje y, al mismo tiempo, implica que debe existir interactividad entre el profesor, el alumno, la tecnología y los contenidos del proceso de enseñanza aprendizaje.
Por supuesto, cualquier material docente elaborado expresamente para su uso mediante las nuevas tecnologías necesita aportar un valor añadido y esto supone un incremento del tiempo de preparación y dedicación docente.
En este contexto, el profesor se enfrenta al reto de modificar el diseño de los contenidos, las tareas y las formas de evaluación para adaptarlas a las nuevas exigencias. Por su parte, el estudiante debe comprometerse a cumplir con sus obligaciones y ser parte activa en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en la evaluación, tanto individualmente como engrupo.

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